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SEGUNDA PARTE: HERRUMBRE
El resurgimiento o lo que se quedó; lo que sobrevivió.

las mujeres listas, las sabias; las vigías.
Eran diosas siameses gigantes
Eran hadas almas gemelas
Desplegaron su vestido marrón de fiesta en pliegues y dobleces terrestres
Y arraigaron tanto que sus raíces no fueron maderas sino tierras permanentes
Pasó el tiempo, tanto tanto tiempo, que se quedaron para siempre inmóviles, inertes presentes
Y contaron los días, tantos, tantos y tantos días, que se amortajaron de arcillas y piedras calizas
En realidad, no dejan de ser mujeres vigías: otean levantes y ponientes, amaneceres y atardeceres
Preguntan por los hombres y sus vivencias, existencias, ausencias, presencias, por sus miserias
Batallan por sus anhelos y dudas y les ahuyentan de la volatilidad de las ideas suicidas
Les arropan, les cubren, les protegen, les mecen, les acunan, les cuidan y les ayudan
Sí, a los hombres tontos, a los necios, ¿pero quienes?: las mujeres listas, las sabias; las vigías.
Eran hadas almas gemelas
Desplegaron su vestido marrón de fiesta en pliegues y dobleces terrestres
Y arraigaron tanto que sus raíces no fueron maderas sino tierras permanentes
Pasó el tiempo, tanto tanto tiempo, que se quedaron para siempre inmóviles, inertes presentes
Y contaron los días, tantos, tantos y tantos días, que se amortajaron de arcillas y piedras calizas
En realidad, no dejan de ser mujeres vigías: otean levantes y ponientes, amaneceres y atardeceres
Preguntan por los hombres y sus vivencias, existencias, ausencias, presencias, por sus miserias
Batallan por sus anhelos y dudas y les ahuyentan de la volatilidad de las ideas suicidas
Les arropan, les cubren, les protegen, les mecen, les acunan, les cuidan y les ayudan
Sí, a los hombres tontos, a los necios, ¿pero quienes?: las mujeres listas, las sabias; las vigías.

Sueños
14.- Estoy en un país nórdico. Nunca hay noche. Nunca hay luna. Hay un gran trampolín de los de salto de esquí, sólo que éste no es una construcción humana sino una auténtica pared de piedra natural que se eleva sobre una laguna ahora helada. El desnivel es enorme.
Algunos críos se tiran desde lo mas alto hacia lo mas abajo. Utilizan cartones como si fueran trineos. A medida que descienden por la rampa cogen una velocidad endiablada y salen despedidos en un vuelo infernal de metros y metros hasta el agua cristalizada. Hay peligro, no sólo por la altura. En su descenso hacia la laguna, algunos rozan con sus cabezas las rocas que rodean el agua.
Yo estoy en lo más alto del trampolín. Desde mi posición apenas se puede divisar el suelo, el hielo. Brumas ascienden hacia lo alto. No me atrevo a deslizarme. Agarro mi cartón que ya casi está congelado.
Alguien me empuja. Tengo el tiempo justo para ubicarme sobre lo que me sirve de trineo antes de que la rampa termine. Despego, vuelo, siento las nubes que llueven en mi rostro. Quizás son también mis lágrimas.
Estoy aterrado. No soy capaz de ver absolutamente nada entre la niebla. Pero siento que el vuelo se acaba, que desciendo cada vez más rápido. No sé si caeré sobre la laguna o me golpearé contra las rocas. No sé si moriré o sobreviviré.
Algunos críos se tiran desde lo mas alto hacia lo mas abajo. Utilizan cartones como si fueran trineos. A medida que descienden por la rampa cogen una velocidad endiablada y salen despedidos en un vuelo infernal de metros y metros hasta el agua cristalizada. Hay peligro, no sólo por la altura. En su descenso hacia la laguna, algunos rozan con sus cabezas las rocas que rodean el agua.
Yo estoy en lo más alto del trampolín. Desde mi posición apenas se puede divisar el suelo, el hielo. Brumas ascienden hacia lo alto. No me atrevo a deslizarme. Agarro mi cartón que ya casi está congelado.
Alguien me empuja. Tengo el tiempo justo para ubicarme sobre lo que me sirve de trineo antes de que la rampa termine. Despego, vuelo, siento las nubes que llueven en mi rostro. Quizás son también mis lágrimas.
Estoy aterrado. No soy capaz de ver absolutamente nada entre la niebla. Pero siento que el vuelo se acaba, que desciendo cada vez más rápido. No sé si caeré sobre la laguna o me golpearé contra las rocas. No sé si moriré o sobreviviré.

anhelen un deseo
Hay luces de colores adornando las noches
Espacios inmensos atemporales
Te agarras a las estelas de las estrellas fugaces
Eres polvo cósmico cruzando galaxias de mares
¿Merece la pena arrastrarse por el firmamento si todo está oscuro ahí afuera salvo tu propio brillo?
Claro que la merece. Haces que otros, cuando te ven cruzar el cielo, anhelen un deseo.
Espacios inmensos atemporales
Te agarras a las estelas de las estrellas fugaces
Eres polvo cósmico cruzando galaxias de mares
¿Merece la pena arrastrarse por el firmamento si todo está oscuro ahí afuera salvo tu propio brillo?
Claro que la merece. Haces que otros, cuando te ven cruzar el cielo, anhelen un deseo.
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